Me aparto de todo aquel infierno
conocido o presentido.
De paradas sin destino
me aparto yo muy lejos.
Me aparto y me defiendo
de los lobos que me aúllan.
De inframundos y ultratumbas
yo me aparto en todo tiempo.
De los gritos y reclamos me defiendo,
de las culpas, del volver y del olvido.
De todo lo que rompa la armonía del sonido,
de los otros me aparto en mi silencio.
Y en la paz profunda de ser sólo lo que sueño,
de labios que no besan y oídos que no escuchan
y de batallas que no mías, me circundan
me aparto: me aparto y me defiendo.
conocido o presentido.
De paradas sin destino
me aparto yo muy lejos.
Me aparto y me defiendo
de los lobos que me aúllan.
De inframundos y ultratumbas
yo me aparto en todo tiempo.
De los gritos y reclamos me defiendo,
de las culpas, del volver y del olvido.
De todo lo que rompa la armonía del sonido,
de los otros me aparto en mi silencio.
Y en la paz profunda de ser sólo lo que sueño,
de labios que no besan y oídos que no escuchan
y de batallas que no mías, me circundan
me aparto: me aparto y me defiendo.
© Laura S. Schapira
Todos los derechos reservados
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