Tengo la extraña melancolía de no estar contigo. De no haber estado nunca.
De no tocar tus manos, de no abrazarte, de no llevar en mi boca el sabor de tus labios.
De no sentarme contigo en alguna terraza o en algún balcón, o en la orilla de la playa y contarnos cosas. O de estar en silencio, sólo tú y yo mirándonos a los ojos, sin decir nada.
Debe ser la hora…Dicen que cuando el sol se pone es la hora indicada. Para sentir que se extraña, para sentir de lo nunca vivido alguna nostalgia.
Tengo la extraña melancolía de lo nunca vivido, sabiendo que me haces falta.
Y no contaba con eso, sabes? Porque eres como una estrella lejana. ¿Qué sentido tendría?
Pero el corazón no tiene riendas y sigo teniendo nostalgias. Porque no puedo tocarte, no puedo mirarte, no puedo decirte nada, más que en estas cartas.
El corazón…cosa rara. Como que no nos hemos contado mucho pero algo de ti se me quedó en al alma.
Algo evidentemente más esencial que las historias, que la vida misma y la distancia.
Tengo una tremenda nostalgia de ti…que no se me va con nada…
© Laura S. Schapira
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