Te pienso.
Algo te trae ineluctablemente a mi memoria.
Cada gesto, cada mirada,
tus ojos, tus manos, tu cuerpo.
Te amo desde hace tanto tiempo...
Tu boca, tu pelo,
el perfume de tu piel.
Casta para vos, toda entera me conservo.
Toda piel para vos,
toda entera, toda mi alma.
No me importan otras caras,
no quiero otras manos,
de ningún otro quiero nada.
Para vos, toda virgen,
para vos, toda en llamas.
No me seduce ningún otro,
no deseo otra mirada.
Para vos, como lo sueñas,
para mí, como soñaba.
Tus piernas, tus brazos,
cada músculo en tu espalda.
En esta noche sin tiempo
yo en el aire tu cuerpo respiraba.
Para vos, tu aire y tu respiro,
para vos, soy como el alba.
En el cálido silencio
que mora en nuestras almas
ya no escucho otro sonido,
ya no importan las palabras.
Para vos, toda casta me conservo:
de los otros... ya no quiero nada.
Algo te trae ineluctablemente a mi memoria.
Cada gesto, cada mirada,
tus ojos, tus manos, tu cuerpo.
Te amo desde hace tanto tiempo...
Tu boca, tu pelo,
el perfume de tu piel.
Casta para vos, toda entera me conservo.
Toda piel para vos,
toda entera, toda mi alma.
No me importan otras caras,
no quiero otras manos,
de ningún otro quiero nada.
Para vos, toda virgen,
para vos, toda en llamas.
No me seduce ningún otro,
no deseo otra mirada.
Para vos, como lo sueñas,
para mí, como soñaba.
Tus piernas, tus brazos,
cada músculo en tu espalda.
En esta noche sin tiempo
yo en el aire tu cuerpo respiraba.
Para vos, tu aire y tu respiro,
para vos, soy como el alba.
En el cálido silencio
que mora en nuestras almas
ya no escucho otro sonido,
ya no importan las palabras.
Para vos, toda casta me conservo:
de los otros... ya no quiero nada.
© Laura S. Schapira
Todos los derechos reservados
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