Desde un eléctrico lugar se nos despierta
un inevitable mundo de otros sueños.
Donde nada es como alguna vez lo era,
como nada conocido, como nada que sabemos.
Y tal vez no era tu cara,
tal vez no era mi cuerpo.
Mas nada podría desasirnos de este abrazo
ni alejarlo tampoco ni romperlo.
Nuevas formas y colores,
diferente a lo pensado
y sin embargo, tan perfecto.
© Laura S. Schapira
Todos los derechos reservados
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