LA SIEMBRA


 
Hay un cielo enamorado en tus ojos.
Un cielo que me envuelve
con su magia y su canto.
A fuerza de creerte, te creaste.
Al fin llegaste a mí.

He sembrado el camino
de rojos amantes y verde esperanza.
Con los brazos tendidos yo te esperaba.
En una tarde sin tiempo, el encuentro.
En una noche sin horas ni tarjas.
El encuentro perfecto,
la perfecta mirada.
Nada existió antes de ti.

En tus ojos de cielo se posaron mis ojos.
Y ya no hubo más nada.
Hube sembrado el camino de rojos
para que tú vinieras a casa.

 
 
© Laura S. Schapira
Todos los derechos reservados
 
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