Sus ojos negros de noche
me cercaron la mirada.
¡Dijo tanto una noche
y sin embargo no hablaba!
De ojos negros, mi hombre,
ojos negros, piel tostada.
Y hablan su piel y sus ojos
en un silencio de llamas.
Cabellos negros de noche
con tímidas lunas plateadas.
En su piel, su aroma de hombre
y miel en su boca de nácar.
De cabellos negros, mi hombre,
cabellos negros, piel tostada.
Y habla su boca en sus ojos
con ardientes, dulces palabras.
Vino a buscarme una noche
y ancló en el mar de mi alma:
espejo donde sus ojos de noche
para la mía sirven de ancla.
me cercaron la mirada.
¡Dijo tanto una noche
y sin embargo no hablaba!
De ojos negros, mi hombre,
ojos negros, piel tostada.
Y hablan su piel y sus ojos
en un silencio de llamas.
Cabellos negros de noche
con tímidas lunas plateadas.
En su piel, su aroma de hombre
y miel en su boca de nácar.
De cabellos negros, mi hombre,
cabellos negros, piel tostada.
Y habla su boca en sus ojos
con ardientes, dulces palabras.
Vino a buscarme una noche
y ancló en el mar de mi alma:
espejo donde sus ojos de noche
para la mía sirven de ancla.
© Laura S. Schapira
Todos los derechos reservados
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