Sumergida en la nada más inmensa,
al filo de ultramundos y espejismos
viví desafiando los corceles
por las alturas inmaculadas del destino.
En la noche fría y densa
desoyendo los altares de otros sinos,
viví buscándome otra suerte
por cielos imaginados y entrevistos.
Eran tan largas las esperas,
eran espinosos los caminos.
Entre crueles sombras viví siempre
tratando de entender el sin-sentido.
Y la lágrima fue intensa, tan intensa
de pisar esos suelos no queridos.
Vinagre en las heridas de la mente,
nublándome los sueños, oscureciéndome el sentido.
Estoy dejando de ser ella
y vuelvo a ser entre las aguas del molino
que sólo lleva a mi dominio diferente,
de soles en la sangre, eternos y encendidos.
© Laura S. Schapira
Todos los derechos reservados
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