Quisiera no quererte, amor:
no lo he logrado.
Te amo y te he amado:
nada puedo hacer.
Y cuando a mí, que te quise tanto,
tanto desprecio me diste,
pensé que en donde naciste
no te enseñó nadie a querer.
Que tú me descubriste
en un rincón apartado
del ángulo oxidado
de tu forma de hacer.
Y tienes tanta experiencia
en las redes del dolor,
¡que al llegarte el amor,
no lo pudiste tú ver!
¡Ay, amor!
¡Mejor maldice tu ciencia
si aunque me viste tan bella
no me pudiste querer!
© Laura S. Schapira
Todos los derechos reservados
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